Una Starter para recordar.
Crónica Transgrancanaria de Vicente García.
Nos encanta compartir crónicas de carreras. Si nos haces llegar la tuya, podrás verla en nuestro blog. Hoy leemos la entrada de Vicente García en TransGranCanaria
No hay gloria sin sufrimiento, y ya quedo en paz conmigo.
03:30 a.m. despertador y comienza el ritual pre carrera. Chequeo de material, primer desayuno para llenar depósitos, y saliendo que la guagua parte a las 5. Me pego a una ventana con intención de recuperar sueño, pero se me sienta al lado un exaltado cristiano con los ojos como platos de la emoción. ¿ Es tu primera Trans? me dice. Si, tambien es mi…. No me dejó terminar la frase, y empezó a contarme su vida y obra, entrenos y carreras, lesiones y demás, y así hasta Chira. No pude pegar ojo, y encima el chófer, que tenia prisa, «tengo que dar mas viajes» dijo, nos deja en la presa a las 06:00, noche cerrada y frío intenso.
Hasta las 08:00 la paso en un cuarto del albergue, donde nos metimos unos cuantos corredores, último desayuno y visita a Roca para evitar paradas innecesarias. Suena» Ay mi Gran Canaria» del amigo Melian, piel de gallina y salimos. Como en un reloj de arena, la masa se convierte en fila en dirección al Lomo de la Hierbahuerto. A partir de ahí empieza una isla desconocida para mi, barrancos cortados a pico y pinares que se van deshaciendo en pinos sueltos aquí y allá. Mordor espera. Es la primera vez que se puede correr, aunque terreno muy técnico que pone a prueba tus reflejos y sin segundas oportunidades. Si te despistas pruebas a que sabe la isla pero de golpe, sin cubiertos. A mi derecha la montaña de Tauro me vigila, saludo a D.Vicente que allí descansa, le pido que me cuide hasta meta y sigo. A lo lejos empiezo a oir un tambor y pito, parece tajaraste. Y alli están, dos canarios alegrando a los corredores con su música, antes de empezar la infernal bajada a Ayagaures. Ganas tenia de quedarme con ellos y seguir animando al resto, pero no era mi papel ese día.
En Ayagaures unos guiris me animan , » bravo Titou, vamos vamos». Leyeron mi nombre en el dorsal, no soy tan famoso. Lleno depósitos y sigo, me espera una subida respetable donde ya la fila se va alargando y a veces estás sólo. Abajo me espera los Vicentillos. Sólo lo conocía en fotos, pero el diminutivo no le hace justicia. Hay que llegar con piernas y tener mucha paciencia, piedras sueltas donde no puedes fiarte, es el último tramo y quieres asegurar. Km 21 y me encuentro a Javi Torrent, mi ahijado viene en mi rescate, me anima y me da fuerzas para seguir. El barranco se va abriendo y ya se ve civilización, y para mi sorpresa sigo entero, puedo correr sin forzar y ya veo que, salvo pájara o tropiezo, voy a llegar. Me vienen a la cabeza todos los momentos malos del último año, lesiones, entrenos en balde, carreras canceladas, y como un bobo, voy y me emociono. Estas cosas solo las entienden los que corremos por montañas.
Llegando a Parque Sur, Sofía grita mi nombre y me hace el efecto de dos geles con cafeína. Me refresco y sigo. Desde aquí un saludo al que se le ocurrió bajar de nuevo al canal de Maspalomas para luego volver a salir de él. Los 5 escalones hicieron mella en mis ya cansadas piernas, el abductor quiere protagonismo y me avisa. Masajito, camino, troto , y aparece Santi. Otra alegría en el camino. La meta ya se huele. Nos desvían por la arena y lo siento como una bendición para mis pies. Debajo del Faro aparece Wichy, ya no caben mas sorpresas y alegrías, los dolores desaparecen, veo a Flor en el pasillo de llegada, me anima los últimos metros y entro en meta. No hay gloria sin sufrimiento, y ya quedo en paz conmigo. Transgrancanaria, encantado de conocerte.